La Casa
El Alojamiento
El barrio Bestregui es una antigua fortaleza del s. XVI, un conjunto arquitectónico con un encanto especial, un lugar de ensueño para relajarse y disfrutar de sus vacaciones en la naturaleza con total tranquilidad.
En este paraje idílico está Casa Bestregui, es la única que se alquila. Además hay dos viviendas habitadas, y otra que lo es esporádicamente, en un ambiente de calma. Cada vivienda tiene entrada independiente desde el patio interior de la fortaleza, y cuenta con amplias zonas de jardines y prados privados en el exterior de la edificación.
La vivienda ha sido rehabilitada conservando todo el sabor de la arquitectura tradicional, combinada con una cuidada decoración artesanal. Las vistas, tanto desde los dos jardines como desde la casa, son privilegiadas. El equipamiento está cuidado al máximo, procuramos que no falte cualquier elemento que puedan necesitar.
El acceso al barrio es inmediato desde la zona de aparcamiento, exclusivo para nuestros huéspedes. La entrada principal a la vivienda está en el interior de la fortaleza, al que se accede a través de un ancho pasillo bajo una bóveda. La puerta posterior, en el exterior de la fortaleza y al nivel de la bodega, da acceso a un jardín orientado al este. Aquí hay zona solada y de pradera, una pérgola con mesa y bancos de madera, y un lavadero. Se puede acceder también directamente desde la zona de aparcamiento. Un segundo jardín a su disposición: a escasos metros de la puerta de entrada una magnífica era orientada al sur, con amplia pradera y zona solada, muebles de jardín y otra mesa y bancos en piedra (bajo un enorme cerezo).
En el interior los suelos son de piedra en la bodega y el espacio de entrada (con un bonito banco también en piedra), y revestidos con cerámica rústica en el resto. La cómoda escalera, las vigas y el abuhardillado techo de la planta bajo cubierta son de madera envejecida. Los detalles de la piedra antigua son abundantes.
Cada estancia está en una planta diferente, sirviendo de distribuidor una escalera en madera, con cómodos escalones. Los tres dormitorios están equipados con rellenos nórdicos, colchones y almohadas de buena calidad. Todos tienen cuarto de aseo (uno con ducha, otro con bañera pequeña y wc. separado). A su disposición una cuna en el dormitorio principal y un televisor en el de tres camas individuales. El salón está unido a la cocina, amueblada en madera y en la que no falta de nada. La zona de comedor cuenta con una mesa extensible. En la planta más baja la altura de los techos es demasiado escasa, así que lo hemos destinado a zona de caldera, lavadora y almacén.
En este paraje idílico está Casa Bestregui, es la única que se alquila. Además hay dos viviendas habitadas, y otra que lo es esporádicamente, en un ambiente de calma. Cada vivienda tiene entrada independiente desde el patio interior de la fortaleza, y cuenta con amplias zonas de jardines y prados privados en el exterior de la edificación.
La vivienda ha sido rehabilitada conservando todo el sabor de la arquitectura tradicional, combinada con una cuidada decoración artesanal. Las vistas, tanto desde los dos jardines como desde la casa, son privilegiadas. El equipamiento está cuidado al máximo, procuramos que no falte cualquier elemento que puedan necesitar.
El acceso al barrio es inmediato desde la zona de aparcamiento, exclusivo para nuestros huéspedes. La entrada principal a la vivienda está en el interior de la fortaleza, al que se accede a través de un ancho pasillo bajo una bóveda. La puerta posterior, en el exterior de la fortaleza y al nivel de la bodega, da acceso a un jardín orientado al este. Aquí hay zona solada y de pradera, una pérgola con mesa y bancos de madera, y un lavadero. Se puede acceder también directamente desde la zona de aparcamiento. Un segundo jardín a su disposición: a escasos metros de la puerta de entrada una magnífica era orientada al sur, con amplia pradera y zona solada, muebles de jardín y otra mesa y bancos en piedra (bajo un enorme cerezo).
En el interior los suelos son de piedra en la bodega y el espacio de entrada (con un bonito banco también en piedra), y revestidos con cerámica rústica en el resto. La cómoda escalera, las vigas y el abuhardillado techo de la planta bajo cubierta son de madera envejecida. Los detalles de la piedra antigua son abundantes.
Cada estancia está en una planta diferente, sirviendo de distribuidor una escalera en madera, con cómodos escalones. Los tres dormitorios están equipados con rellenos nórdicos, colchones y almohadas de buena calidad. Todos tienen cuarto de aseo (uno con ducha, otro con bañera pequeña y wc. separado). A su disposición una cuna en el dormitorio principal y un televisor en el de tres camas individuales. El salón está unido a la cocina, amueblada en madera y en la que no falta de nada. La zona de comedor cuenta con una mesa extensible. En la planta más baja la altura de los techos es demasiado escasa, así que lo hemos destinado a zona de caldera, lavadora y almacén.
